He escrito tantos versos durante mi vida, he trazado tantos
caminos, la mayoría los he errado, otros me han errado, otro simplemente no
puedo dejar de seguir, pero no hay un camino que me saque sus huellas de mi
mente, de mi alma, de mi piel, he intentado vivir con esto durante veintiún
años, he logrado sobrevivir a mis días en donde el descontrol por los recuerdos
se apodera de mí y a veces no me deja respirar, no de deja avanzar, he logrado
sobrevivir a mi mente, a mi inconsciente, a mi…
A veces me siento tan cansada de intentarlo, de querer
olvidar, de querer vivir, a veces solo me quisiera ir, curar este dolor, estos
recuerdos y ya no ser mas quien soy, depresiva, intolerante, desconfiada,
aterrada de cada abrazo, de cada caricia. Pero no puedo, cierro los ojos,
respiro y sigo, sigo con una mochila llena de lágrimas que no puedo derramar,
con un montón de abrazos que me resisto a dar, con un corazón roto, con el alma
vacía, con tanto silencio, con tantas palabras que nadie quiere escuchar, que
no sé cómo sacar...