28 de noviembre de 2013

He escrito tantos versos durante mi vida, he trazado tantos caminos, la mayoría los he errado, otros me han errado, otro simplemente no puedo dejar de seguir, pero no hay un camino que me saque sus huellas de mi mente, de mi alma, de mi piel, he intentado vivir con esto durante veintiún años, he logrado sobrevivir a mis días en donde el descontrol por los recuerdos se apodera de mí y a veces no me deja respirar, no de deja avanzar, he logrado sobrevivir a mi mente, a mi inconsciente, a mi…


A veces me siento tan cansada de intentarlo, de querer olvidar, de querer vivir, a veces solo me quisiera ir, curar este dolor, estos recuerdos y ya no ser mas quien soy, depresiva, intolerante, desconfiada, aterrada de cada abrazo, de cada caricia. Pero no puedo, cierro los ojos, respiro y sigo, sigo con una mochila llena de lágrimas que no puedo derramar, con un montón de abrazos que me resisto a dar, con un corazón roto, con el alma vacía, con tanto silencio, con tantas palabras que nadie quiere escuchar, que no sé cómo sacar...